Todo esto es muy cómodo y para siempre, llevar los bolsillos sin cargas de llaves ni sacar para poder abrir, pagar o arrancar un vehículo.
Y solo es el principio. Si es posible. Solo son algunos de los ejemplos que se puede hacer aunque parezca cosa futurista.
Hay chips que son de pago para sustituir las tarjetas pero aún están verdes, también hay para abrir vehículos como el Tesla y arrancarlos con el implante. Es un mundo muy amplio.
Los implantes en las palmas de las manos de Jose Tortosa son imperceptible, si no lo comenta no se pueden percatar de que los lleva. Son del tamaño de un grano de arroz entre el pulgar y el índice.
En el caso de Jose, decidió implantarse en la mano izquierda dos chips en una misma cápsula para poder tener el doble de opciones, el chip es un NeXT (aquí para ver todas sus funciones) y en la mano derecha un chip llamado Spark2, enfocado a tener encriptada información, de criptomonedas, accesos exclusivos a comunidad con dicho chip y autentificarse en ciertos sitios a demás de grabar datos encriptados y hacerlos interactuar con una variedad de dispositivos, puede usarse para activar ciertas funciones, como transferir sus datos de contacto al teléfono móvil de un amigo, crear rutinas…

Jose Tortosa nos comenta que muchos de nosotros ya los tenemos y los llevamos todo el día en nuestras carteras: la mayoría de los teléfonos móviles modernos están equipados con RFID, al igual que las tarjetas sin contacto, muchas tarjetas para viajes locales y pasaportes electrónicos.
No es un salto enorme dejar de llevar esta tecnología en nuestros bolsillos para tenerla bajo nuestra piel.
«Ciencia ficción»
Las preocupaciones de vigilancia sobre el chip colocado en la parte posterior de su mano no inquietan a Jose Tortosa, ya que solo se puede activar si se coloca a pocos centímetros de un lector.
Los teléfonos móviles son mucho más peligrosos para nuestra privacidad»
«Los temores de seguimiento al estilo GPS son estrictamente ciencia ficción en este punto»
IMPLANTACION

Implantes recién puestos a Jose Tortosa
También está interesado en enfatizar que el procedimiento para implantarlo no es tan doloroso o complejo como algunos podrían imaginar.
El doctor se pone los guantes seterilizados, prepara la zona y saca el bote de spray frio como anestésico. Enfria la zona donde sujeta con sus dedos un trozo de carne entre el pulgar e índice de la mano izquierda de Jose Tortosa, Poco a poco atraviesa con una aguja su piel e inmediatamente después la extrae. En cuestión de segundos ha introducido en su cuerpo un dispositivo del tamaño de un grano de arroz, repite la operación en la mano derecha.
Esta escena se ha desarrollado en Gandía (Valencia, España), pero en Suecia unas 3000 personas ya han pasado por este proceso. Llevan en su mano implantado un dispositivo que utilizan en su día a día para viajar en tren, entrar en sus oficinas de trabajo o en el gimnasio, sacar fotocopias e incluso comprar snacks en máquinas expendedoras.
Se calcula que unas 5.000 personas tienen implantes de este estilo en el mundo, y van en aumento
«Retirar el dispositivo sería un poco más difícil pero con un bisturí y un par de pinzas no es tan terrible».
El dispositivo está pensado para aguantar en el cuerpo al menos 60-70 años.
Jose Tortosa prevé un futuro en el que los chips puedan hacer mucho más y en el que mucha más gente se siente atraída hacia la comunidad del biohackeo.
PAGOS, Eliminar la necesidad de una cartera
Jose Tortosa nos comenta que ya hay chips específicos para pagar como una tarjeta, pero igual que la tarjeta bancaria caduca a los 3-5 años, lo mismo le sucede al chip, por lo tanto yo no soy partidario de implantármelo y en 5 años extraerlo porque queda invalidado.
Pero se espera que el punto de inflexión de esta tecnología sea convertirse en una alternativa a los pagos en efectivo o con tarjeta.
Pero ya se está hablando con Vodafone y Paypal para intentar que eso suceda. Una compañía en Reino Unido, BioTeq, también está trabajando para crear pagos sin contacto con microchips subcutáneos.
Steven Northam, el director de la firma británica BioTeq, dijo que este es el «punto de inflexión para la adopción ‘masiva'» ya que la compañía recibe diariamente consultas sobre «implantes de pago».
Preocupación en torno a la seguridad y privacidad
Los microchips utilizan tecnología inalámbrica de corto alcance (NFC, por sus siglas en inglés) e identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) para comunicarse con un sistema. Son ondas de radio se leen con el contacto cercano.
Es «esencialmente la misma» tecnología que usa tu teléfono o tarjeta de débito cuando lo sostienes cerca de un sensor, explica Jose Tortosa.
Muchas personas solo han oído hablar de microchips en el contexto de la ciencia ficción. «La única información que se tiene sobre los implantes procede de la cultura pop de Hollywood, y cuando es la cultura pop de Hollywood, es un GPS gigante que Arnold Schwarzenegger se saca de la nariz».
Pero muchos de los bioihackers, obtendrán estos implantes simplemente para abrir sus cuentas de LinkedIn y compartir su perfil más rápidamente.
También están trabajando para que estos microchips contengan información sobre la salud. En el caso de que alguien sea llevado inconsciente al hospital, un paramédico podría escanear el chip y obtener información sobre alergias o condiciones preexistentes.
Dice que es una tecnología que ya existe en al menos 20 países. BioTeq en Reino Unido ha implantado aproximadamente 250 personas con microchips.